domingo, 6 de mayo de 2007

Escapada a Mohorte (Cuenca)

Este fin de semana hemos tenido la suerte de hacer una escapadita a Mohorte, un pueblecito a escasos 9 kilómetros de cuenca.

Dentro de la gran cantidad de cosas que se pueden visitar por allí, hemos optado (guiados por nuestros anfitriones) por algunos de los sitios más típicos como el nacimiento del río cuervo o el mirador de la “ventana del diablo” si bien, mención aparte merece la referencia a su gastronomía típica… en concreto una posada pequeñita en tragacete, donde un menú (de 11 euros, por cierto) a base de alubias con chorizo y filete de ciervo no pudo más que cautivarnos.

Cuenca ha resultado ser una ciudad preciosa con gran encanto, en la que sus sinuosas cuestas nos hacen recordar la triste vida sedentaria que llevamos la mayoría, y nos facilitan el sueño…

Largos paseos por el monte, una ciudad preciosa, cuidada gastronomía a precios razonables, aderezados con una gran dosis de buena compañía son la receta perfecta para un gran fin de semana.

Como es habitual, las fotos de rigor para dar algo de envidia…



Detalles de las cascadas del rio cuervo




Vistas nocturnas del parador nacional


Catedral y ayuntamiento

Excursión al teatro Romano de Sagunto

Muchas eran las voces que comentaban el desastre que se había hecho en la restauración del teatro romano de Sagunto, pero lo cierto es que debo reconocer que mi imaginación no había sido capaz de determinarlo en su totalidad …vaya crimen!!!

Para todos aquellos que hemos vivido por la zona norte de Valencia, recordamos con cierto cariño las excursiones que realizábamos de pequeños con el colegio y, como no, obligada era la visita a este teatro romano. De aquel momento me viene a la memoria un monumento enorme, bastante deteriorado pero suficientemente entero como para que la mente de un niño pudiera imaginar todo lo que allí sucedió.

18 años después el efecto ha sido totalmente contrario. Me resultó difícil respirar esa atmósfera especial, de retrospectiva histórica, y todo su encanto se desvaneció.
Evidentemente no soy, ni mucho menos, especialista en esta materia pero quizás siempre he preferido, para un monumento histórico, la “restauración” antes que la “remodelación” puesto que este segundo concepto implica demasiada subjetividad, mientras que el primero se presupone debe mantener su aspecto original del modo más fiel posible.

A todos aquellos que deseéis visitarlo por primera vez… no esperéis ese sentimiento curioso de “vuelta al pasado”…

El castillo por otro lado, sigue muy en ruinas pero al menos conservando la imagen de lo que fue, a pesar de que hay zonas que se han empezado a remodelar con una similitud peligrosa con el teatro romano…

Algunas fotos que ilustran la excursión podrían ser estas:



Campanario y Detalle de una de las ruinas



El resultado del desastre y Florecillas autóctonas...